domingo, 23 de abril de 2023

SEMANA TRES Y CUATRO

DIOS CREA LA PAREJA HUMANA



  1. LA SOLEDAD NO ES BUENA

Toda la vida del hombre es una aventura cuyo puerto hay que colocarlo en su realización personal, en el crecimiento de la familia y de la sociedad y en la expansión del Reino de Dios.

Caminamos hacia la perfección, hacia la madurez. En su caminar todo hombre pronto se da cuenta de que no puede avanzar solo, ais­lado. Necesita a los otros y los busca para integrarse con ellos, para colaborar y be­neficiarse, para dar y recibir.

Hay muchas maneras de integrarse y son muchas las cosas que se pueden dar y reci­bir. La más sublime de todas es cuando se integran dos vidas; entonces lo que doy es lo que soy, y lo que recibo es lo que eres. Esta es la experiencia del amor.

Desde el amor el hombre entiende que “estar solo no es bueno para él”. Juan Pablo II dice: “El hombre no puede vivir sin amor. Permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido, si no le es revelado el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y no lo hace propio, si no participa en él vivamente”.

  1. MACHO Y HEMBRA LOS CREO

E1 amor es el dinamismo que anima e impulsa incesantemente el descubrimiento y el encuentro de un hombre y una mujer. La sexualidad tiene su fundamento en las diferencias entre el hombre y la mujer. La sexualidad está en las diferencias y en la atracción mutua de esas diferencias buscando unirse y complementarse.

¿Cuáles son esas diferencias?
“Dios creó al hombre a su imagen. Macho y hembra los creó”. Génesis 1, 27.
Es claro que hay diferencias entre la mujer y el varón. Unas son de tipo biológico, otras de tipo sicológico y otras de tipo social.

•           Las diferencias biológicas.
Los órganos sexuales del varón y los de la mujer son diferentes. Los órganos del varón están al descubierto, hacia afuera; mientras que los órganos de la mujer están dentro, guardados en su vientre. La procreación, el embarazo y el parto explican suficientemente que los órganos se complementan en la diferencia, para producir el maravilloso acontecimiento de la vida nueva. Además de estas diferencias primarias, podemos observar que entre el varón y la mujer hay diferencias secundarias como la barba, el sonido de la voz, la musculatura, la estructura de los huesos, sobre todo en las caderas, etc.

•           Las diferencias psicológicas.
Son aquellas que se refieren al modo de ser, al comportamiento del varón de la mujer.
Normalmente estamos de acuerdo en que la mujer es más suave, comprensiva, compasiva, detallista y comunicativa; esto es lo que llamamos la feminidad.

Mientras que el varón es más duro, menos sensible, menos comunicativo y más idealista; el varón es menos detallista pero es calculador y extrovertido, esto es lo que llamamos la masculinidad.

•           Las diferencias no son absolutas.
Las diferencias biológicas y las psicológicas han contribuido para que en la vida social se den también diferencias en la distribución del trabajo, y en el papel que cada uno debe desarrollar en la sociedad.

Hasta hace poco tiempo existía la mentalidad de que la mujer es para la casa, y su trabajo está relacionado con el cuidado de los niños y con las tareas propias del hogar. Además sólo al varón, se le asignaban los trabajos de fuerza y de resistencia. Sin embargo podemos observar profesiones en las que la mujer trabaja en igualdad de condiciones y de competencia con el varón.

Si bien es obvio que entre el varón y la mujer hay diferencias, también es claro que esas diferencias no son absolutas, también hay muchas semejanzas. Es gracias a estas diferencias y semejanzas que ambos se complementan formando una unidad que les permite formar una familia, educar unos hijos y hacer presente el Reino de Dios en el mundo.

Cuando decimos que el varón y la mujer juntos son imagen de Dios; los seres humanos son una comunidad de personas que reflejan la identidad Trinitaria de Dios; el matrimonio manifiesta la relación entre Cristo y la Iglesia; la familia es la escuela de amor que prepara la persona humana para amar y servir estamos apoyándonos en una noción de complementariedad.


ACTIVIDAD 1: Resumen el texto anterior y argumenta respondiendo las siguientes preguntas

  1. ¿Porque es importante que el ser humano no esté solo?
  2. ¿Cuál es la finalidad de la sexualidad?
  3. ¿Crees que si un hombre o una mujer no desarrolla estas diferencias secundarias pierde masculinidad o feminidad? ¿Por qué?
  4. Según las diferencias psicológicas ¿El hombre y la mujer se necesitan mutuamente? ¿Por qué?
  5. ¿En qué se nota que el hombre y la mujer fueron creados para complementarse el uno al otro?


Referencia: Blanco, Blas (1992) Religión 9.  Ediciones Paulinas. Santafé de Bogotá, D.C.



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