domingo, 28 de mayo de 2023

SEMANA OCHO

ACTIVIDAD 3: RESUME EN TU CUADERNO

¿QUÉ SABEMOS DEL AMOR?





Todos decimos que amamos, y, por supuesto todos hablamos del amor. Esto nos puede hacer pensar que el amor es uno de los conceptos más claros y comunes; todos sabemos qué es el amor.
Sin embargo, amor es lo que falta en la familia, en la sociedad, en las relaciones interpersonales, y egoísmo, falsedad incluso odio es lo que abunda. ¿Qué ocurre? ¿Sabemos realmente qué es el amor?
El amor es uno y sin embargo hay muchas maneras de amar; señalemos, por ejemplo, el amor maternal y paternal, el amor filial y fraternal, el amor de amistad, el amor a la naturaleza, a la belleza, a la sabiduría; el amor a Dios y el amor que se da entre un hombre y una mujer.

Todas estas maneras de amar son verdade­ro y auténtico amor, y todas ellas influyen a la hora de conformar la vida de amar a la persona.

Por supuesto, el amor conyugal entre el hombre y la mujer, que tiende a la unión sexual, es una entre las múltiples maneras que tiene el amor de manifestarse.

Sin embargo, este amor, dadas sus condi­ciones, imprime un carácter especial y profundo a la existencia humana, y es al­tamente decisivo e influyente en la con­formación de la vida afectiva de la perso­na, y, por supuesto, a la hora de realizar las otras manifestaciones de amor: “sólo el hombre que es capaz de amar a la mujer, y la mujer que es capaz de amar al hombre, estarán en condiciones de amar auténtica­mente a sus amigos, a la naturaleza y a Dios”.

De la calidad y madurez de las relaciones conyugales depende, en gran parte, el bie­nestar de la pareja y de la familia, el orden y la armonía de la vida social, incluso el crecimiento y realización del Reino de Dios.

El amor es una atracción, una solicitud mutua para realizar un encuentro mutuo que termina con la donación del uno al otro.

¿QUE ES EL AMOR?
Hemos visto que hombre y mujer son mutuamente indispensables; ambos se necesitan para comple­mentarse en el nivel personal; también la familia, la sociedad, incluso el Reino de Dios, dependen de la complementariedad hombre-mujer.

Esta búsqueda para la unidad y la complementación de ambos es lo que llamamos el amor conyugal.
El amor es esa fuerza misteriosa que im­pulsa a hombres y mujeres hacia el sexo opuesto.

Cuando hablamos del amor entre un hom­bre y una mujer, aparecen tres opiniones: dos de ellas extremas y una tercera integradora. Las opiniones extremas son reco­nocidas como la espiritualista y la materia­lista.

  • La opinión espiritualista considera que la unión del hombre y de la mujer debe realizarse únicamente en el espíritu, en el alma; en el nivel de los sentimientos, de los ideales; es una comunión puramente espiritual y muestra rechazo por la relación sexual.
  • La opinión materialista considera que la atracción es puramente física, biológica, genital, y que para nada interviene el espí­ritu ni los sentimientos, ni la libertad.
  • Para la opinión materialista el amor es la fuerza instintiva propia de los animales de la cual participa también la pareja huma­na, y la relación sexual es una necesidad biológica como comer o dormir.
  • Para la tercera opinión el amor es un acto de toda la persona.


El ser humano no es ni cuerpo sin alma, ni alma sin cuerpo; el ser humano es indiso­lublemente cuerpo y alma, en donde el cuerpo es cuerpo del alma, y el alma es al­ma de cuerpo.

Cuando mis ojos ven en realidad son mis pensamientos, mis sentimientos, mis idea­les y propósitos los que están viendo a través de mis ojos; es todo mi ser el que camina y va, o el que coge o suelta, y no sólo mis pies o mis manos. Mis ojos, mis oídos, mis manos, mi voz, lo son de una persona, y ven, oyen, tocan y hablan lo que la persona quiere y necesita ver, oír, tocar, o hablar.

Así mismo cuando hay atracción sexual es toda la persona la que es atraída, la que es solicitada y la que queda comprometida.

Quien ama, ama a la persona, a su totali­dad personal, constituida por sus pensa­mientos, sus sentimientos, sus proyectos e ideales, su manera de ver la vida y de vi­virla, y por supuesto ama al cuerpo que oculta y expresa ese mundo personal.

De esta manera el amor no es sólo un en­cuentro de cuerpos sino también de liber­tades, de pensamientos y sentimientos, de proyectos de vida, que al unirse deciden el destino común de la pareja humana.

Estas tres opiniones en el fondo nos colo­can ante tres actitudes ante la sexualidad.
La primera es la de aquéllos, superficiales y vacíos, cuya vida sexual está desprovista de sentimientos, de ternura y de admira­ción hacia la otra persona. Para ellos el amor queda atrapado en la genitalidad. En este nivel se da la prostitución.

La segunda es la de la pareja que comparte totalmente en el acto sexual los sentidos y los sentimientos, la totalidad de la persona.

La tercera es la de la pareja que van subli­mando el aspecto corporal, y espirituali­zan su relación.
El amor ciertamente es una experiencia humana que recorre el mismo camino de maduración de la persona.

LAS CARACTERÍSTICAS DEL AUTENTICO AMOR

E1 Papa Pablo VI nos habla sobre la naturaleza del amor de los esposos:

  • “La verdadera naturaleza del amor conyu­gal se revela cuando éste es considerado en su fuente suprema, Dios, que es Amor, el Padre de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra.
  • “Bajo esta luz aparecen claramente las no­tas y las exigencias características del amor conyugal, siendo de suma importancia te­ner una idea exacta de ellas.
  • “Es, ante todo, un amor plenamente hu­mano, es decir, sensible y espiritual al mis­mo tiempo. No es, por tanto, una simple efusión del instinto y del sentimiento, si­no que es también, y principalmente, un acto de la voluntad libre, destinado a man­tenerse y a crecer mediante las alegrías y los dolores de la vida cotidiana, de forma que los esposos se conviertan en un solo corazón y en una sola alma y juntos alcan­cen su perfección humana.
  • “Es un amor total, esto es, una forma sin­gular de amistad personal con la cual los esposos comparten generosamente todo, sin reservas o cálculo egoístas. Quien ama de verdad a su propio consorte; no lo ama sólo por lo que de él recibe, sino por sí mismo, gozoso de poderlo enriquecer con el don de sí.
  • “Es un amor fiel y exclusivo hasta la muer­te. Así lo conciben el esposo y la esposa el día en que asumen libremente y con plena conciencia el empeño del vínculo matri­monial. Fidelidad que a veces puede resul­tar difícil, pero que siempre es posible, no­ble y meritoria; nadie puede negarlo. El ejemplo de numerosos esposos a través de los siglos demuestra que la fidelidad no só­lo es connatural al matrimonio, sino tam­bién manantial de felicidad profunda y duradera.
  • “Es, por fin, un amor fecundo, que no se agota en la comunión entre los esposos, si­no que está destinado a prolongarse susci­tando nuevas vidas. El matrominio y el amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la procreación y edu­cación de la prole. Los hijos son, sin duda, el don más excelente del matrimonio y contribuyen al bien de los propios padres”. (Pablo VI, Humanae Vitae 8 y 9).

ACTIVIDAD 4: EVALÚA EL LOGRO DE LOS OBJETIVOS
Sintetiza
  1. ¿Qué dimensiones del ser humano están comprometidas en el acto sexual?
  2. ¿Por qué el acto sexual es un encuentro profundo de dos personas?
  3. ¿Cuáles son las características del amor según Pablo VI?
Analiza con tus compañeros
  1. Explica y comenta la frase: “el amor es una experiencia humana especial que recorre las mismas etapas de la madurez de la persona”.
Tu compromiso
  1. ¿Crees que el amor necesita ser educado?
  2. ¿Cómo te esfuerzas por educarlo?


Recuerda: El amor es plenamente humano, es total, es fiel y exclusivo, y es facundo.


Referencia: Blaco, Blas (1992) Religión 9.  Ediciones Paulinas. Santafé de Bogotá, D.C.

lunes, 22 de mayo de 2023

SEMANA SIETE

El matrimonio es la base de la familia 


ACTIVIDAD 1: EVOQUEMOS NUESTRA EXPERIENCIA

Dialoga con tus padres y responde en tu cuaderno:

  1. ¿Qué es el amor para nosotros?
  2. ¿Qué clases de amor conocemos?
  3. ¿Cuáles son las características de un amor auténtico?
  4. Si todos amamos, ¿no debía haber amor en nuestras relaciones, en nuestras familias, en la sociedad? Sin embargo, ¿por qué hay tanto odio, tanta violencia y tanta muerte?

ACTIVIDAD 2: ¿QUÉ NOS DICE LA IGLESIA?
El amor del hombre y de la mujer abarca a toda la persona. En consecuencia, la sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan uno a otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano, solamente cuando es parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen' totalmente entre sí hasta la muerte. La donación física total sería un engaño si no fuese signo y fruto de una donación en la que está presente toda la persona, incluso en su dimensión temporal; si la persona se reservase algo o la posibilidad de decidir de otra manera en orden al futuro, ya no se donaría totalmente.

Esta totalidad, exigida por el amor conyugal, corresponde también con las exigencias de una fecundidad responsable, la cual, orientada a engendrar una persona humana, supera por su naturaleza el orden puramente biológico y toca una serie de valores personales, para cuyo crecimiento armonioso es necesaria la contribución perdurable y concorde de los padres.
El único ‘lugar' que hace posible esta donación total es el matrimonio, es decir, el pacto de amor conyugal o elección consciente y libre, con la que el hombre y la mujer aceptan la comunidad íntima de vida y amor, querida por Dios mismo”. Juan Pablo II.


RESUME LO LEÍDO RESPONDIENDO
  1. ¿Qué es la sexualidad?
  2. ¿De quién es propio y exclusivo el acto sexual?
  3. ¿Es el acto sexual puramente físico o biológico?
  4. ¿Qué dimensiones de las personas debe abarcar el acto sexual?
  5. ¿Por qué el matrimonio es el lugar legítimo del acto sexual?
Referencia: 

Blaco, Blas (1992) Religión 9.  Ediciones Paulinas. Santafé de Bogotá, D.C.

lunes, 8 de mayo de 2023

SEMANA SEIS

DIOS CREA LA PAREJA HUMANA

2. MACHO Y HEMBRA LOS CREO



Ignace Lepp dice:
“Suponiendo que los hombres fuesen masculinos ciento por ciento y las mujeres ciento por ciento femeninas, ambos constituirían, al menos psicológicamente, dos especies heterogéneas que no podrían complementarse en forma mutua. No habría entre ellas necesidad ni posibilidad de comunicación. La mujer exclusivamente introvertida viviría en una perpetua ensoñación y sería tan inapta para la acción como para la reflexión. El hombre íntegramente extravertido, volcado sobre el mundo exterior, sería de una dureza inhumana, incapaz de comprender a los demás ni a sí mismo; falto de intuición, sería inapto para cualquier actividad realmente creadora, de un terrible materialismo y cerrado a la vida espiritual. Entre una mujer “perfectamente” femenina y un hombre “perfectamente” masculino, podría existir acoplamiento pero no amor. Y el acoplamiento no sería la fusión de dos seres, sino un combate sadomasoquista, como puede verse en algunos casos-límites.

En la realidad, no es así felizmente. La teoría de Jung de las compensaciones explica muy bien el hecho de que el hombre y la mujer son más complementarios que opuestos. El inconsciente compensa espontáneamente, en los seres no demasiado inhibidos por la neurosis, lo que hay de unilateral, en el yo consciente del individuo. Si una mujer plenamente femenina ama a un hombre muy masculino es porque en su propio psiquismo inconsciente hay algo de las cualidades consideradas viriles: es por ese lado que ella está en condiciones de comprenderlo, de simpatizar con él. En la psique inconsciente del más masculino de los hombres se descubren rasgos específicamente femeninos: a causa de esto se halla en mejores condiciones que el hombre afeminado para comprender y apreciar a la “verdadera mujer”. Tal como lo demostraremos más adelante, el amor es auténticamente proporcional al grado de autenticidad viril y femenina de los participantes. Un hombre afeminado y una mujer viril se parecen demasiado para ser verdaderamente complementarios”.

IGUALES PARA UNA MISMA TAREA
Las diferencias que observamos en el varón y en la mujer no alteran ni opacan el hecho fundamental de que ambos son seres humanos.

La masculinidad es la manera de ser hombre como varón. La feminidad es la manera de ser hombre como mujer. Ambos son igualmente personas, con la misma naturaleza humana, la misma dignidad, los mismos derechos y los mismos deberes, aunque cada uno tiene su manera propia de desarrollar su personalidad.

No hay un sexo superior y otro inferior, ni uno más fuerte y otro más débil; hay una sexualidad que se expresa y se vive de distintas maneras, lo masculino y lo femenino, las cuales no hay que entenderlas como opuestas y en lucha, sino como complementarias con igualdad de participación y de responsabilidad.

La complementariedad debe estar presente:
                     En la procreación. Como es obvio la procreación es el acto en el que lo masculino y lo femenino se complementan de manera perfecta para producir la nueva vida.
                     En la educación de los hijos que debe ser una obra conjunta del varón y de la mujer; así el niño va recibiendo una educación equilibrada, con aportes de los valores propios de la masculinidad y la feminidad.
                     En el cuidado del hogar en general. Normalmente esta tarea se le asigna a la mujer; sin embargo es responsabilidad por igual del varón, puesto su misión de esposo y padre no terminan con la procreación.
                     En la construcción de la sociedad. La economía, la política, la cultura, la religión, necesitan el aporte tanto de los valores masculinos como de los femeninos.
                     Recordemos que Dios le entregó la responsabilidad y la tarea de cultivar y dominar la naturaleza a la pareja humana.
                     En la construcción del Reino de Dios. También en este campo es imprescindible la complementariedad del varón y de la mujer para que brille más claramente el rostro de Dios.

Varón y mujer son seres complementarios en sus diferencias y responsables por su igualdad fundamental.

Ambos están invitados por Dios para participar en la construcción y realización de la familia, de la sociedad y del Reino de Dios, desde su feminidad y desde su masculinidad.

ACTIVIDAD: Evalúa el logro de los objetivos
  1. Junto con tus padres toma ejemplos de la vida familiar para explicar cada uno de los seis puntos que muestran donde debe estar presente la complementariedad del hombre y la mujer
  2. ¿Nuestra sociedad es altamente masculina? ¿En qué nos damos cuenta?
  3. ¿Crees que la sociedad le está sacando provecho a la riqueza de cada sexo?

Tu compromiso
  1. ¿Cómo es tu relación con el otro sexo?
  2. ¿En qué quiere mejorar tu relación con el otro sexo?

Recuerda:
Entre el hombre y la mujer hay una igualdad fundamental como personas, y una diferencia enriquecedora como sexualidad.


Referencia: 

Blaco, Blas (1992) Religión 9.  Ediciones Paulinas. Santafé de Bogotá, D.C.

domingo, 23 de abril de 2023

SEMANA TRES Y CUATRO

DIOS CREA LA PAREJA HUMANA



  1. LA SOLEDAD NO ES BUENA

Toda la vida del hombre es una aventura cuyo puerto hay que colocarlo en su realización personal, en el crecimiento de la familia y de la sociedad y en la expansión del Reino de Dios.

Caminamos hacia la perfección, hacia la madurez. En su caminar todo hombre pronto se da cuenta de que no puede avanzar solo, ais­lado. Necesita a los otros y los busca para integrarse con ellos, para colaborar y be­neficiarse, para dar y recibir.

Hay muchas maneras de integrarse y son muchas las cosas que se pueden dar y reci­bir. La más sublime de todas es cuando se integran dos vidas; entonces lo que doy es lo que soy, y lo que recibo es lo que eres. Esta es la experiencia del amor.

Desde el amor el hombre entiende que “estar solo no es bueno para él”. Juan Pablo II dice: “El hombre no puede vivir sin amor. Permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido, si no le es revelado el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y no lo hace propio, si no participa en él vivamente”.

  1. MACHO Y HEMBRA LOS CREO

E1 amor es el dinamismo que anima e impulsa incesantemente el descubrimiento y el encuentro de un hombre y una mujer. La sexualidad tiene su fundamento en las diferencias entre el hombre y la mujer. La sexualidad está en las diferencias y en la atracción mutua de esas diferencias buscando unirse y complementarse.

¿Cuáles son esas diferencias?
“Dios creó al hombre a su imagen. Macho y hembra los creó”. Génesis 1, 27.
Es claro que hay diferencias entre la mujer y el varón. Unas son de tipo biológico, otras de tipo sicológico y otras de tipo social.

•           Las diferencias biológicas.
Los órganos sexuales del varón y los de la mujer son diferentes. Los órganos del varón están al descubierto, hacia afuera; mientras que los órganos de la mujer están dentro, guardados en su vientre. La procreación, el embarazo y el parto explican suficientemente que los órganos se complementan en la diferencia, para producir el maravilloso acontecimiento de la vida nueva. Además de estas diferencias primarias, podemos observar que entre el varón y la mujer hay diferencias secundarias como la barba, el sonido de la voz, la musculatura, la estructura de los huesos, sobre todo en las caderas, etc.

•           Las diferencias psicológicas.
Son aquellas que se refieren al modo de ser, al comportamiento del varón de la mujer.
Normalmente estamos de acuerdo en que la mujer es más suave, comprensiva, compasiva, detallista y comunicativa; esto es lo que llamamos la feminidad.

Mientras que el varón es más duro, menos sensible, menos comunicativo y más idealista; el varón es menos detallista pero es calculador y extrovertido, esto es lo que llamamos la masculinidad.

•           Las diferencias no son absolutas.
Las diferencias biológicas y las psicológicas han contribuido para que en la vida social se den también diferencias en la distribución del trabajo, y en el papel que cada uno debe desarrollar en la sociedad.

Hasta hace poco tiempo existía la mentalidad de que la mujer es para la casa, y su trabajo está relacionado con el cuidado de los niños y con las tareas propias del hogar. Además sólo al varón, se le asignaban los trabajos de fuerza y de resistencia. Sin embargo podemos observar profesiones en las que la mujer trabaja en igualdad de condiciones y de competencia con el varón.

Si bien es obvio que entre el varón y la mujer hay diferencias, también es claro que esas diferencias no son absolutas, también hay muchas semejanzas. Es gracias a estas diferencias y semejanzas que ambos se complementan formando una unidad que les permite formar una familia, educar unos hijos y hacer presente el Reino de Dios en el mundo.

Cuando decimos que el varón y la mujer juntos son imagen de Dios; los seres humanos son una comunidad de personas que reflejan la identidad Trinitaria de Dios; el matrimonio manifiesta la relación entre Cristo y la Iglesia; la familia es la escuela de amor que prepara la persona humana para amar y servir estamos apoyándonos en una noción de complementariedad.


ACTIVIDAD 1: Resumen el texto anterior y argumenta respondiendo las siguientes preguntas

  1. ¿Porque es importante que el ser humano no esté solo?
  2. ¿Cuál es la finalidad de la sexualidad?
  3. ¿Crees que si un hombre o una mujer no desarrolla estas diferencias secundarias pierde masculinidad o feminidad? ¿Por qué?
  4. Según las diferencias psicológicas ¿El hombre y la mujer se necesitan mutuamente? ¿Por qué?
  5. ¿En qué se nota que el hombre y la mujer fueron creados para complementarse el uno al otro?


Referencia: Blanco, Blas (1992) Religión 9.  Ediciones Paulinas. Santafé de Bogotá, D.C.



domingo, 9 de abril de 2023

RECUPERACIÓN PRIMER PERIODO

INSTITUCIÓN EDUCATIVA SANTO DOMINGO SAVIO
RECUPERACIÓN I PERIODO RELIGIÓN SÉPTIMO


  • Responde el siguiente taller en tu cuaderno
  • Todas las actividades del taller se realizan a partir de lo estudiado durante el periodo. (30%)
  • Sustenta mediante evaluación y entrega el taller realizado, dentro de la recuperación el próximo viernes  14 de abril (70%)
  • Para que tenga validez la entrega del taller y la sustentación firma acta de recibido.
  • Cualquier intento de copia a otro trabajo anula la recuperación


1.      LA FAMILIA EN EL PLAN DE DIOS


ACTIVIDAD 1: EVOQUEMOS NUESTRA EXPERIENCIA
Analiza
Pensemos en una familia ideal.
  1. ¿Cómo serían las relaciones entre los esposos?
  2. ¿Cómo serían las relaciones entre los hermanos?
  3. ¿Cómo serían las relaciones entre padres e hijos?
  4. ¿Cómo serían las relaciones de esta familia con las otras familias?
  5. ¿Es posible llegar a tener este tipo de familia y de relaciones así?


ACTIVIDAD 2: ¿QUE NOS DICE LA PALABRA DE DIOS?

Según Génesis 1, 26-28.
  1. ¿A imagen de quién fue creado el hombre?
  2. Según este relato de la creación, ¿el hombre es sólo el macho o sea el varón? ¿Es só­lo la hembra, o sea la mujer? ¿El hombre es ambos?
  3. ¿Qué quiere decir que fueron creados a imagen y semejanza de Dios?
  4. ¿Cuál fue el mandato que les dio Dios con respecto a la procreación?
  5. ¿Cuál fue el mandato que les dio Dios con respecto a la naturaleza y sus seres?


Según Génesis 2, 20-25
  1. ¿Es la mujer igual o inferior al varón? ¿Cuál es la frase que justifica tu respuesta?
  2. ¿Qué exclamó el varón cuando vio a la mujer?
  3. ¿Qué deberá hacer el varón para unirse a su mujer?

ACTIVIDAD 3: Sintetiza los siguientes contenidos respondiendo las preguntas que encontrarás al final:

1.1                       LA PAREJA HUMANA ES CREADA EN EL AMOR

  • Dios es amor y crea por amor. El hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, es amor.
  • El hombre ha nacido del amor y está hecho para el amor. El amor pertenece a la naturaleza misma del hombre.
  • El amor hace que el hombre salga de sí y busque a Dios para relacionarse con él, busque a sus semejantes para convivir con ellos, y busque a la naturaleza y tenga con ella una relación limpia y noble.
  • Y como el amor es vida, la relación del hombre debe ser una relación de vida, generadora de vida.
  • Amor y vida son las dos características del hombre, de la pareja humana.
  • Recordemos que el plan o proyecto que Dios tiene para el hombre lo resumíamos en la triple relación: filiación o relación del hombre con Dios, fraternidad o relación del hombre con sus semejantes y señorío frente a los bienes de la naturaleza.
  • Es claro que el proyecto de Dios no es solamente para vivirlo de manera personal, aislada, sino que es un proyecto para ser vivido por la pareja humana y por la familia.



1.2                       LA PAREJA HUMANA ESTA LLAMADA A VIVIR COMO HIJOS DE DIOS (filiación)

“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”.
El primero de los aspectos del proyecto de Dios es la filiación, o la relación del hombre con Dios.
La pareja y la familia deben relacionarse con Dios como su Creador, su Señor y su Padre; por tanto debe estar atenta para escuchar la palabra de Dios y obedecerla, viviendo de acuerdo con ella.
La pareja humana debe hacer oración, orar unida. La pareja con sus hijos deben hacer de su casa una casa de oración, una Iglesia doméstica, y dar así testimonio del amor de Dios.

1.3                       LA FRATERNIDAD EN LA VIDA DE LA PAREJA

La fraternidad es el segundo aspecto del proyecto de Dios y consiste en la relación del hombre con sus semejantes.
Según este capítulo del libro del Génesis que acabamos de leer la fraternidad se expresa en la relación hombre-mujer: “macho y hembra los creó”.
La fraternidad se fundamenta en el hecho de ser ambos personas, iguales en naturaleza humana en dignidad y en derechos, y se expresa en la diferencia de sexos.
La relación entre las diferencias hombre- mujer, debe ser fraternal, es decir, debe ser relación de amor, de diálogo, de respeto, teniendo en cuenta que las diferencias son iguales en cuanto a dignidad, y que entre ellas no hay rivalidad sino complementación.
Es absurdo pensar que una diferencia es más fuerte o más valiosa que la otra. La fraternidad en las diferencias lleva a la unión de ambas en el acto sexual; en el que la manera de ser de cada uno, hombre o mujer, dan como resultado el fruto de la procreación: “Serán los dos uno solo”.
Así las diferencias se complementan y crean un nuevo ser: “Creced, multiplicaos y llenar la tierra”.
Con los seres creados, los hijos, nace una nueva relación, una nueva dimensión de la fraternidad: La fraternidad padres e hijos.
Esta fraternidad tiene también su fundamento en la igualdad personal de todos y expresa que el amor, en el diálogo, en la solidaridad.
Cuando la Biblia habla de llenad la tierra, está señalando un nuevo nivel de fraternidad, la social.
Entre los seres humanos hay igualdad fundamental y diferencias que complementan y enriquecen.


1.4                       UNA EMPRESA COMÚN

“Cultivar, cuidar y someted la tierra y todos sus animales”.
Es formidable la empresa que se le encomienda a la pareja humana; además de realizarse como pareja y conformar la familia y la sociedad, Dios le encomienda la obra maravillosa de la creación.
Dios pone en manos de la pareja la naturaleza con todos sus seres: agua, aire, tierra, planetas, animales y su misión consiste en ayudarlos a crecer, a reproducirse, en cultivarlos.
La pareja humana deben ejercer el dominio del mundo como “administradores de Dios”.
La relación de la pareja humana con la naturaleza debe ser de señorío, para gobernarla y cultivarla, y de libertad frente a ella para no dejarse esclavizar de la riqueza.
Por ningún motivo la relación del hombre con la naturaleza debe ser arbitraria y destructora, sino responsable y cuidadosa.

  1. ¿Por qué decimos que el amor pertenece a la naturaleza misma del hombre?
  2. ¿De qué manera debe vivir la pareja su filiación?
  3. ¿Cuáles son los niveles de la fraternidad en la vida de la pareja humana?
  4. ¿Cuál es la misión que Dios le entrega a la pareja frente al mundo?


Aplica lo aprendido respondiendo:
  1. ¿Qué aspectos del proyecto de Dios están viviendo hoy en nuestras familias?
  2. ¿Qué beneficios tiene para las familias vivir de acuerdo con el proyecto de Dios?


2.      EL PECADO DESTRUYE LA FAMILIA

ACTIVIDAD 1. ¿Qué nos dice la Biblia?

Escucha el siguiente AUDIO o lee el sigueinte texto y responde las preguntas que encontrarás al final: 

La tentación y el pecado
“La serpiente era la más astuta de todos los animales del campo que Yavé había hecho, y dijo a la mujer: ‘¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?'. La mujer respondió: ‘Podemos comer de los frutos de los árboles del jardín, menos del fruto del árbol que está en medio del jardín, pues Dios nos ha dicho: No coman de él, ni lo toquen siquiera, porque si lo hacen, morirán’.

La serpiente replicó: ‘De ninguna manera morirán. Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos y serán como dioses y conocerán el bien y el mal’.
La mujer vio que el árbol era apetitoso, que atraía la vista y que era muy bueno. Tomó de su fruto y comió y se lo pasó en seguida a su marido, que andaba con ella, quien también comió. Entonces se les abrieron los ojos y se dieron cuenta que estaban desnudos y se hicieron unos taparrabos cosiendo unas hojas de higuera.

Oyeron después los pasos de Yavé que se paseaba por el jardín, a la hora de la brisa de la tarde. El hombre y su mujer se escondieron para que Dios no los viera, entre los árboles del jardín. Yavé Dios llamó al hombre y le dijo: ‘¿Dónde estás?’. Este contestó: ‘Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo, por eso me escondí’. Yavé replicó: ‘¿Quién te ha hecho ve que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te prohibí?’. El hombre respondió: ‘La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí’.

Yavé dijo a la mujer: ‘¿Qué es lo que has hecho?’ y la mujer respondió: ‘La serpiente me ha engañado y comí’.

La sentencia de Dios
Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo.

Andarás arrastrándose, y comerás tierra todos los días de tu vida.

Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya, ésta te pisará la cabeza mientras tú te abalanzarás sobre su talón.

A la mujer le dijo:
Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos. Con dolor darás a luz a tus hijos, necesitarás de tu marido, y él te dominará.

Al hombre le dijo:
Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que Yo te había prohibido comer: Maldita sea la tierra por tu culpa. Con fatiga sacarás de ella tu alimento por todos los días de tu vida. Espinas y cardos te dará, y comerás la hierba del campo.

Con el sudor de su frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues, de ella fuiste sacado. Porque eres polvo y al polvo volverás”. Génesis 3, 1-19.

  1. ¿Qué le prometió la serpiente a la mujer?
  2. ¿Qué hizo la mujer con el fruto?
  3. ¿Qué hizo la pareja cuando oyeron a Dios?
  4. ¿A quién acusó el hombre?
  5. ¿A quién acusó la mujer?
  6. ¿Cuál fue la sentencia de Dios para la mujer?
  7. ¿Cuál fue la sentencia de Dios para el hombre?

ACTIVIDAD 2: FUNDAMENTACIÓN CIENTÍFICA
Estudia los siguientes gráficos y responde las preguntas que encontrarás al final:








Sintetiza

  1. ¿Qué es el pecado?
  2. ¿Cuáles son las causas de nuestro pecado?
  3. ¿Cuáles son las consecuencias de nuestro pecado en mí, en los demás, en la naturaleza y en Dios?
  4. ¿Cómo somos liberados del pecado?

Tu compromiso.

  1. ¿En qué situaciones se está rompiendo con ese proyecto de Dios en nuestras familias? (pecado)
  2. ¿Qué beneficios tiene para las familias renunciar al pecado para vivir de acuerdo con el proyecto de Dios?


3. CONVERSIÓN EN LA FAMILIA

 

 

ACTIVIDAD 1: EVOQUEMOS NUESTRA EXPERIENCIA

1. ¿Qué es para ti una sincera conversión?

2. ¿Qué actividades deberíamos realizar en familia para buscar una sincera conversión?

3. ¿Qué medios crees que son necesarios para perseverar en esa conversión?

 

ACTIVIDAD 2: ¿QUÉ NOS DICE LA BIBLIA?

Lee Marcos 1, 15 y responde

1. ¿Cuál es la invitación que Jesús le hace a las familias?

2. ¿Por qué Jesús hace esta invitación?


Lee Mateo 7, 21 y responde

3. ¿Qué debemos hacer para convertirnos?

4. ¿Cuándo nuestra conversión no es sincera

 

ACTIVIDAD 3: FUNDAMENTACIÓN CIENTÍFICA

Lee el siguiente texto

El encuentro con Jesús vivo, mueve a la conversión. Para hablar de conversión, el Nuevo Testamento utiliza la palabra metanoia, que quiere decir cambio de corazón porque primero está la transformación interior realizada por Dios, para luego cambiar de vida, de actitudes, de comportamientos, de actuar con obras proyectándose al compromiso de transformar el mundo. Diríamos entonces que conversión es el cambio del corazón y de mentalidad.

Por ello, la autentica conversión debe prepararse y cultivarse con la lectura orante de la Sagrada Escritura y la recepción de los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía. La conversion conduce a la comunión fraterna, porque ayuda a comprender que Cristo es la cabeza de la Iglesia, su Cuerpo místico; mueve a la solidaridad, porque nos hace conscientes de que lo que hacemos a los demás, especialmente a los más necesitados, se lo hacemos a Cristo.

La conversión favorece, por tanto, una vida nueva, en la que no haya separación entre la fe y las obras en la respuesta cotidiana a la universal llamada a la santidad. Superar la división entre fe y vida es indispensable para que se pueda hablar seriamente de conversión. Para ser verdadero discípulo del Señor, el creyente ha de ser testigo de la propia fe, pues el testigo no da solo testimonio con las palabras, sino con su vida

La conversión no es completa si falta la conciencia de las exigencias de la vida cristiana personal y comunitaria, y si no se pone esfuerzo en llevarlas a cabo.  “Quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve” (1 Jn 4, 20). La caridad fraterna implica una preocupación por todas las  necesidades del prójimo. “Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, .como puede permanecer en el amor de Dios?” ( 1 Jn 3, 17). Por ello, convertirse al Evangelio para el Pueblo cristiano que vive en América, significa revisar todos los ambientes y dimensiones de su vida, especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común. 

Con frecuencia se oye decir a las personas cuando van a un retiro, asisten a una charla o participan de un congreso espiritual "Ya estoy convertido". La conversión no es de un momento, ni se logra inmediatamente, constituye más bien un proceso valiente y decidido que se va consiguiendo mediante un encuentro vivo y personal con Jesucristo en cada momento y circunstancia de nuestra vida.

 

ACTIVIDAD 4: SINTETIZA LO APRENDIDO

1. ¿Cuáles son los pasos de una sincera conversión?

2. ¿Cuáles son los frutos de una sincera conversión?

3.  ¿En qué consiste la vida nueva de la persona que se ha convertido?

4. ¿Qué exigencias comunitarias supone la verdadera conversión?

5. ¿En qué consiste la conversión permanente?